¿Te imaginas que jugando en el parque aterrice un cohete espacial? Pues eso es lo que les pasó a los amigos de la pandilla cuando conocieron a Brux, el marciano.
Los chicos de la pandilla son muy buenos amigos aunque todos son diferentes: Chang es de origen chino y Dely africano; también está Elena que perdió de muy niña la visión y ahora se divierte leyendo a sus amigos cuentos en Braille. Trompix es el planeta de Brux y aunque es muy puntero en avances científicos, allí no tienen los derechos de la infancia, por eso Brux se extraña de que los médicos le curen un brazo roto o que los niños de la tierra vayan todos a la escuela y sobre todo le extraña que siendo tan distintos sean tan amigos.
Los chicos de la pandilla juegan una tarde más en el bello parque del barrio, con sus patinetes recorren los caminos entre los parterres de cesped, pero ven bajar una estrella fugaz que llega hasta la plaza de la fuente, No es una estrella es el cohete volador de Brux el marciano. Enseguida la pandilla se hace amiga de Brux y decide ayudarle a reparar sus nave espacial que ha quedado ave- riada, pero todo eso ocurre con mucho humor, porque Brux tiene la facultad de adoptar la forma de otras perso- nas y eso provoca graciosos equívocos.
En el bello ambiente del parque aparecen los niños y niñas bellamente elaborados en diferentes técnicas titiriteras: guantes y varillas... al servicio de una acción dinámica divertida, plena de humor y simpatía. Con una estética de color vivo y al mismo tiempo dulce. Los decorados ambientales son muy sencillos re- saltando la belleza de la naturaleza en el parque.
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